Relleno el disco de tacógrafo, meto primera y el mundo se pone en marcha alrededor del camión, la carretera se desliza debajo de las ruedas y el paisaje va cambiando. Pequeños mosquitos de lata, se circulan a velocidades suicidas en todas direcciones mientras yo intento esquivarlos. Es un espacio cerrado, una pecera y desde ella contemplo el mundo; o quizá es una vitrina y los que están encerrados son ellos y yo los miro como en un acuario. Es la vida a través del parabrisas de un camión.
Y aquí arranca este pequeño espacio para contar lo que veo a través de ese cristal.
(Esto fue la primera entrada a mi antiguo blog)
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